La batalla de Villa de Mayo

Deportivo Carrascosa 4 - Akupuntura 2

La inscripción en la Copa de Campeones (un derecho que nos ganamos con el subcampeonato obtenido en el Clausura 2008) era más que nada una excusa para mantenerse en ritmo de competencia. Obviamente que el deseo era llegar a las instancias decisivas (y ser campeones) pero también sabíamos que nos enfrentaríamos ante destacados equipos, la gran mayoría con años de trayectoria en Cantilo.

Ahora, con tres rondas adentro, la sensación es que la "Cenicienta" del certamen puede dar el golpe. Que no somos menos que nadie. Primero eliminamos a Los Atomos (en la definición por penales), luego a Deportivo Mandiyú (un 2-1 que debió ser goleada) y ahora Akupuntura, en un partido increible, que tuvo de todo: angustia, dramatismo, goles, expulsados y un final de novela.

En el primer tiempo, sin brillar, el equipo de Lionel Trotta controló sin problemas el desarrollo del encuentro, generando peligro principalmente a través de la pelota parada, mientras que la férrea marca dispuesta sobre Maxi Esteban y Patricio Salvemini era su principal virtud y la llave para la clasificación.

El primer gol de la accidentada tarde llegó luego de un grosero error de Diego que no se entendió con Ezequiel Gómez y anotó en propia meta. La tónica no varió y Akupuntura no bajó la intensidad a la hora de presionar y exigir la salida rival, principalmente la de Hernán De Luca, que apenas pudo incursionar en terreno enemigo y debió apostar al balón largo.

El final del primer tiempo sirvió para acomodar ideas y barajar de nuevo. Adentro Luciano Iovane (en el rol de mediocentro defensivo) por Cóndor Sampayo, pasando Lucas Acosta a la banda izquierda.

Tras 15 minutos aburridos y sin demasiada acción, se rompió el partido. En 10 segundos. Escandaloso penal sobre Vaguinho ignorado por el árbitro y fulminante contraataque rival que acabó en la red de Gómez. O sea: de un posible 1-1 a un lapidario 0-2 que sepultaba las ilusiones de continuar en la Copa de Campeones.

La enérgica "charla" con el juez, que duró aproximadamente 5 minutos, tuvo como consecuencia la amonestación de nuestro capitán. Estaba claro que la terna arbitral asumía "tácitamente" el error al mirar para otro lado. A partir de ahí quedaba espacio para dos escenarios: el de la lógica goleada o el de la hazaña.

Con la reanudación del partido, apareció el juego y el amor propio del Carrascosa. La bronca y el enojo se transformó en garra y a partir de ahi, los borramos literalmente de la cancha. Con unos huevos enormes. Trabando con la cabeza. Y jugando con el corazón.

En defensa, Eduardo Larralde y Diego contra el mundo, y en el medio, Franco Salvemini, Javier y Lucho cortando y ganando los rebotes que antes se perdían. Paul Miquet (de gran complemento) era la salida por la derecha aprovechando la precariedad rival en el sector. Y adelante los dos diferentes consumaron la gesta con 25 minutos inolvidables.

Avisó Patricio a los 21 con una vaselina que se perdió apenas arriba y concretó Vaguinho un minuto más tarde tras combinar con Bocha. 1-2 y a soñar... El partido era intenso y dramático, con los dos bancos de suplentes a mil (alentando, protestando, gritando). Hasta los chicos de los demás encuentros se detenían para mirar lo que acontecía en la cancha 1 de Villa de Mayo.

El gol del descuento fue el comienzo del fin para Akupuntura, un buen equipo que careció del valor y carácter necesario para alcanzar la victoria que parecía asegurada. A los 26, córner corto, gran desborde de Patricio, espectacular remate de Franco que rechaza Damián Carbone y define Eduardo Larralde (uno de los pilares del aurinegro) para el festejado 2 a 2.

El empate, insospechado un cuarto de hora antes, no conformó al team de Mario Serena. La consigna era ganarlo en el tiempo regular (y claro, la Flecha no estaba para la definición por penales). Y se consumó el milagro: habilitación de Paul, gran control y regate de Vaguinho, que en segunda instancia rompió la red y los corazones de todos.

En el minuto final Maxi Esteban cerró el partido con otra magistral definición e inició el festejo desmedido de todo el plantel. Un 4 a 2 apoteótico para escribir una nueva página en la historia del club.

El próximo objetivo, en instancia de semifinales, son Los Pibes Corvina, que doblegaron a Conceicao, el campeón invicto de la Interior C. Con el retorno de Maxi Moccioli y la ilusión de que Francisco Caso se recupere, Carrascosa ya va delineando el once titular para ese trascendental choque. Mientras tanto, la confirmación de que este grupo se sigue superando ante la adversidad. Creciendo como equipo en la cancha y apostando en grande a la Copa de Campeones, sin olvidar la principal meta que es la Promoción para ascender a la A. Definitivamente, vamos por la gloria...