"El camino al infierno está empedrado de buenas intenciones..."

En una decisión que estimamos ha pretendido privilegiar lo deportivo por sobre lo disciplinario, esa organización dispuso la prosecución de los encuentros "Lapri c/Deportivo Carrascosa" y "Tartagal c/Sao Pedrinho", que en ambos casos habían sido suspendidos por los respectivos árbitros, por falta de garantías, ante supuestas agresiones verbales y amenazas recibidas de jugadores y/o cuerpos técnicos de Lapri y Sao Pedrinho, respectivamente.
Sin entrar a realizar un análisis sobre lo acertado o desacertado de tales decisiones arbitrales que son privativas de los mismos, una reflexión un poco más profunda, nos lleva a considerar que, sin duda, el fallo de esa organización sienta un precedente harto peligroso para las futuras competencias de este torneo, ya que ha privado a las ternas arbitrales de dos elementos imprescindibles para el desempeño de su función específica: el respeto a su investidura y la autoridad para ejercer su tarea y tomar decisiones deportivas y disciplinarias.
La naturaleza de este fallo y la plena vigencia del principio constitucional de igualdad ante la ley, considerando que el reglamento del torneo es la ley de los equipos participantes, obligaràn a esa organización en lo sucesivo, a que todo encuentro que se suspenda por falta de garantías, mediando insultos y/o amenazas a árbitros, jueces de línea, veedores o personal de la organización, deba inexorablemente reprogramarse y continuarse hasta su finalización.
Entonces cabe aquì preguntarse ¿qué impedirà en lo sucesivo a los jugadores, cuerpos técnicos, auxiliares y simpatizantes, agraviar, intimidar y amenazar a los jueces y demás participantes del evento deportivo?. La respuesta es: NADA, ya que si hoy somos condescendientes con las instituciones informadas, no debemos ni podemos sancionar el día de mañana a otros equipos por conductas idénticas a las aquí toleradas.
Es muy loable el espíritu de la organización de otorgarle valor prioritario a lo deportivo, pero los reglamentos están para cumplirse y la no adecuada aplicación de los mismos, por plausibles que fueran los motivos que la determinan, sólo conducen a la confusión, al descrédito y a su vulneración. Sin perjuicio de lo expuesto, nos ponemos a su disposiciòn para jugar los minutos restantes del juego suspendido.-

Mail de Mario Serena a la Organización.

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