Una remontada que vale

Deportivo Carrascosa 2-Rumel 2

Esta crónica no pretende oficiar como dedo acusador, su objetivo es llevarnos a la introspección (Charly: mirada hacia adentro) y al llamado de atención.
Para hablar del partido con Rumel 253 hay que hacer 2 lecturas. El equipo antes del cambio de esquema-posiciones y post modificación.
El Deportivo Carrascosa arrancó dormido y confiado después del gran triunfo de la semana pasada. Fue un equipo largo, lento y sin peligro en su ofensiva. De haber ocurrido sólo esto, podríamos haber aspirado a mantener el 0; pero no fue así, hubo HORRORES defensivos, capitalizados en el cambio de prioridades de Charly (¿acaso no es primero marcar y después jugar?), en la lentitud y los desaciertos en las elecciones de un Mauro Ferrari que ni se acerca a aquel baluarte que supo ser (ojalá haga memoria y recuerde cuando estaba bien físicamente, cuando era impasable vía aérea y líder de la defensa) y en la anarquía táctica de Luciano Ponce (una apuesta que parecía una solución y termina en desilusión)
El 2 a 0 a favor del equipo rival acabó con la paciencia de un sensible Mario Serena que una vez mas acertó con el cambio de jugadores en sus posiciones. Franco de 4, que por primera vez fue líder en el campo de juego, con seguridad en los pases, sin sobresaltos en la marca y con voz de mando para llevar el equipo adelante. Un Edu Larralde soberbio como líbero (teléfono Mario) y el ingreso de Lucho Iovane como volante central aportándole equilibrio y actitud a través de su ubicuidad. Con estas modificaciones el equipo se paró de otro modo, entendió que si quiere ascender no se puede jugar con esa tibieza e indolencia. El Depor empezó a dominar territorialmente la cancha pero no contaba con la ayuda de sus dos delanteros. Un Vaguinho perseguido por una bronquitis que no le permitía desempeñarse con normalidad, mas su incapacidad para moverse en los últimos tramos para aprovechar su temible pique y gambeta y la ausencia metafórica de Patricio Salvemini, que no participó del juego, generó poco peligro y no fue líder cuando el equipo lo necesitó (sería interesante que fuera mas constante en sus rendimientos); aun así, y después de un brillante centro de Franco Salvemini, apareció el Fantasma, ese que adentro del area se mueve como un roedor. Sí, es el jugador mas lento que seguramente hemos visto en un terreno de juego, pero en su hábitat, el área, tiene un imán. 2 a 1 de Agustín Salvemini y a buscar la pelota.
Ferrari cruzando, Franco mandando, Charly subiendo, Paul desplegando su enorme corazón, Lucho conteniendo, Francisco erigiéndose como líder y la siempre temible presencia del Vaguinho metieron a Rumel 253 en su arco. Faltando 20 minutos, con 10 hombres y con un tiro libre ideal para el zurdo de Lanús llegó el empate. Charly De Luca tomó carrera y la colocó donde sólo la pueden ubicar los que saben. Desahogo. Festejo. Locura.
Después de la expulsión de Charly por sacarse la camiseta se vio a Carrascosa en su máxima expresión, el equipo que se para como campeón en cualquier cancha y ante cualquier rival, llevó por delante al oponente pero no pudo superar la resistencia de su arquero. Un 2 a 2 que sirve para seguir sumando, para no dejar acercar a Rumel 253, para apreciar la mano del técnico en un momento caliente, y esencialmente, para que quede demostrado que los 13 jugadores son importantes. Hoy, las “estrellas” se tomaron franco, menos mal que aquellos que nunca descansan nos empujaron a un empate que puede ser decisivo al final de campeonato.
El sábado nos espera otra final, si bien tendremos algunas ausencias importantes, podremos contar con el histórico "cóndor" Sampayo (de 50 minutos bárbaros contra los líderes) y el regreso del "Kaiser" Diego Caso. No hay margen de error...


Patricio Salvemini.

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