Fin de la ilusión

Deportivo Carrascosa 1 – Chanfles 4

Quedamos eliminados de la Copa de Campeones en la primera fase y la sensación que impera es la de un rotundo fracaso. El equipo no llegó a este torneo en su mejor momento pero estaba para pelear. El “sorteo” nos emparejó con un rival muy bueno y nos despedimos de la competencia con pena y sin gloria. Dimos todo y no alcanzó.

En la previa, debido a complicaciones en el tránsito, nos quedamos sin Gabriel y Matías (dos baluartes por lucha y sacrificio) para el arranque. Por lo tanto, Mario Serena debió rearmar el once inicial en nombres y estructura. Paul de lateral derecho, Chavo de delantero centro y Mariano San Marco como doble cinco.

La idea era aguantar y salir rápido de contragolpe con la dupla Francisco-Patricio. Ellos fueron los encargados de elaborar el 1-1 parcial. Fue nuestra arma más peligrosa y en tres o cuatro ocasiones logramos sorprenderlos.

En esa primera etapa chocamos con un rival muy duro, que manejó la pelota y el ritmo del juego. El 0-1 fue polémico (hubo una grosera mano, omitida por el pelotudito que portaba la bandera) y el 1-2 fue una pésima cobertura de Charly, que le regaló el espacio necesario al delantero de Chanfles.

En el complemento, bajó la intensidad del partido y continuamos padeciendo a un tendencioso árbitro. Nosotros tuvimos tres chances claras: Matías, al travesaño; Francisco, desviado; y Hugol, debajo del arco. Ellos, también contaron con varias ocasiones y fueron más certeros: 1-4 y adiós al sueño del bicampeonato.

Hay dos lecturas post goleada. La primera: estamos a años luz del equipazo campeón de 2010, que celebró Clausura y Copa, y muy lejos del que le ganó 2-1 a The Galpón hace 45 días. Esa tarde se cumplió con nuestra última cuenta pendiente y se cerró un ciclo brillante.

Creo que no llegamos a valorar en su justa dimensión la gesta de diciembre. Fuimos los mejores. Le ganamos a todos. Ayer, en pleno partido, con el juego detenido, me tomé 10 segundos y pensé: “La puta madre, que groso lo que hicimos el año pasado”.

La segunda: no podemos quedarnos en esta derrota. Hay que mirar para adelante. No nos rendimos en diciembre de 2007 tras caer 1-7 ante Villa Tranquila. No nos rendimos en mayo de 2008 luego de perder 0-2 ante Camelot. Y menos nos rendimos en abril de 2010 cuando la Organización nos cortó la cabeza con la suspensión.

A salir adelante, señores. Antes que nada se necesita compromiso. Habrá que empezar de cero, probar jugadores, volver a las bases que nos hicieron competitivos e invictos antes de la caída ante Rodríguez.

Aún nos quedan muchas historias por vivir y escribir…