Sin huevos, sin ganas, sin nada...

Deportivo Carrascosa 2 - Dealpon 5

Arde el Dt Mario. Se queja la hinchada. Y los jugadores se fueron con la cabeza baja. Casi con vergüenza.
Carrascosa murió y no de pie en la fatídica jornada del sábado ante Dealpon, en el partido que todos preanunciaban como "el juego del semestre".
Los aurinegros llegaban agrandados (y vaya si se notó) luego de bailar a Tartagal y Tocala Tocala en partidos oficiales y de pasar por arriba a Nirvana, bicampeón de la A en un duelo amistoso. Pero todo pareció olvidarse. Se repitieron errores de temporadas pasadas y faltó actitud. Mucha actitud. Nos ganaron con huevos, con ganas, con golpes...
Al minuto ganábamos 1-0 por medio de una genialidad de Francisco Caso, quizás el único que se salvó. De ahí en más se hizo todo mal. Ellos atacaban por el sector izquierdo de la defensa y ganaban. Lo mismo pasaba en el centro del campo, donde siempre eran los blanquicelestes quienes dominaban las acciones. Al empate llegaron luego de un tiro libre en forma de centro que contó con distracciones varias y el toque final del paraguayo. Rápidamente clavaron el segundo tras un error de los centrales que se encargaron de mirar como definía el Beto Acosta del conurbano. Pero lo que más dolía no era el resultado, sino que perdíamos todas las divididas. Para el complemento había que cambiar.
Y lo primero que se modificó fue el sistema. Mario apostó al 4-4-2 y el equipo se plantó de otra manera. Los centrales comenzaron a presionar en mitad de cancha, los volantes tenían más la pelota y los puntas, inexistentes en la primera parte, parecían estar más picantes. Aunque la corta cancha de Panamericana no nos favorecía y nos costaba mantener un ataque sostenido. A los 20 del complemento el rival se quedó con 10. Era el momento de ir con todo, de presionarlos, de meterlos en su propio arco. Hasta viento a favor teníamos. Pero rápidamente el juez compensó y expulsó a un desequilibrado Mauro Ferrari. Ambos conjuntos con 10 y a defender con 2. A matar o morir.
Y cuando sólo quedaban 10 minutos y tanto Vaguinho como Diego Caso estaban anulados y negados (previamente habían fallado 4 chances entre los dos), apareció nuevamente Francisco Caso para clavar el 2-2 con un tiro bajo. Tras cartón Vaguinho falló con el arquero vencido el gol de la victoria. Y cuando todos esperaban el golpe final, volvió la tibieza, los horrores defensivos y la falta de compromiso. Nos clavaron 3 goles en 5 minutos. Todos por distracciones y falta de voluntad.
Un 2-5 que duele y obliga a reflexionar y hacerse algunas preguntas: ¿Alguna vez nos salvará Charly? ¿Puede un desbordado como Mauro Ferrari ser capitán del equipo? ¿Por qué Sampayo regala 5 infracciones por tiempo cuando la mayor falencia del equipo está en la pelota parada? ¿Qué pasa con Carlos que fue de mayor a menor y cada vez muestra menos? ¿Y Franco que tuvo una actuación pobrísima y fue prácticamente invisible? ¿El Cabezón Matías no tiene ganas de jugar? ¿Habrá sido su última presencia? ¿Y Vaguinho, que hace todo lo contrario a lo que dicta el partido y a veces pareciera igualar su velocidad con su falta de inteligencia?
En fin, no éramos los mejores hace 10 días ni somos los peores ahora. Pero esta derrota duele y merece un cambio profundo de actitud. En una semana hay revancha y la prensa ya habla de Lalo y Cubero como salvadores. ¿Patricio? No, todavía le duele la piernita. Por suerte está el Gladiador Agustín que con sus 47,5 kilos y una pubialgia a cuestas sigue jugando, y hasta peleándose con los más robustos de cada rival.

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